De esta forma la selección charrúa abandonaba el certamen quedando en la quinta posición en la tabla general del campeonato. En el último partido, Alemania requería del triunfo para avanzar a la segunda fase, mientras que su rival en turno, Austria, ya había clasificado ganando sus encuentros; el 25 de junio se vivió uno de los partidos más polémicos de la historia de los mundiales, el duelo se saldó con un 1-0 favorable a los alemanes, con gol tempranero de Horst Hrubesch al minuto 10. El resultado benefició a los alemanes y austriacos, y perjudicó directamente a los argelinos.