Evie Kendal de la Universidad de Monash reconoció que el programa es «extremadamente violento», pero manifestó desacuerdo con que las Powerpuff Girls «sean vistas como responsables del colapso de la sociedad civilizada», y calificó las críticas en contra de tanta violencia como reduccionistas, «ya que no reconocen lo que esto logra para la narrativa». El escritor James Garbarino, en uno de los libros que expone sus estudios del comportamiento infantil, trajo a colación el episodio «Bubblevicious» (1999), en el que Blossom y Buttercup felicitan a Bubbles por tener un arrebato de furia al querer ganar respeto como heroína, lo que juzgó como un potencial incentivo para los niños a tomar acciones similares.